Retornemos a una Fe Cristocéntrica


Retornemos a una fe cristocentrica

Recordar la vida, pasión y muerte de Cristo, nos desafía a retornar a una fe cristocéntrica.

Para muchos la semana santa ya pasó y siguen con sus vidas, con un sentimiento de haber "cumplido" con lo que se esperaba durante aquel fin de semana.

La mayoría comió pescado el viernes y huevitos de chocolate el domingo. Bueno, ahora resta que los que realmente tenemos un compromiso con Cristo y su iglesia, guiemos con amor fraterno a nuestros familiares, amigos y colegas para que construyan su fe poniendo a Cristo en el centro de sus motivaciones, emociones y razonamientos. Y de esa forma contagiemos al mundo con una fe refrescante y con vitalidad en medio de tiempos difíciles.

Las personas a nuestro alrededor creerán en Dios según los modelos que los cristianos les reflejemos. Por lo tanto es menester que los que somos parte del cuerpo de Jesús, demostremos el fruto del Espíritu Santo con sus 'nueve sabores' a quienes nos ven cada día.

Recuerdo a los discípulos que iban camino a Emaús (Lucas 24:13-25). Ellos iban tristes y cabizbajos hasta que se les 'apareció' el Señor y partió el pan con ellos al anochecer (cf. Ap. 3:20). Bueno, eso mismo debemos hacer los que somos parte de su cuerpo, la iglesia: 'aparecer', es decir, marcar presencia eclesio-corporal y pastoral en aquellos que viven tristes y cabizbajos y/o con una fe debilitada, por los motivos que sean, para que sus vidas cobren ánimo y su fe retorne obediente a la comunión con Jesús (Cf. Ap. 3:20. La comunión con Jesús en el partimiento del pan = su palabra o Didaskein).


Pr. Miguel Lineros